El PROSAM es una Estrategia de Intervención ante el desconfinamiento por la pandemia causada por el COVID-19, en la que se establecen recomendaciones para los Núcleos Familiares, con el objeto de preservar la salud pública y ambiental, y mejorar e innovar sistemas de subsistencia y de producción de alimentos saludables y nutritivos para autoconsumo, al tiempo que se suprimen gradualmente las medidas de contención, para reanudar la vida comunitaria y volver a poner en marcha la economía.
El PROSAM esta planeado para trabajar con apoyo técnico con capacidad de seguimiento en Núcleos Familiares de zonas urbanas y marginadas, focalizadas por la autoridad, con la finalidad de vigilar los riesgos y efectos que para la salud humana representan el medio que habita y donde trabaja, los cambios naturales y artificiales que la localidad manifiesta y la contaminación producida al medio ambiente, además de otros aspectos como la calidad de vida y el bienestar social de las familias, grupos vulnerables, personas con discapacidad y adultos mayores; así también se contempla la seguridad alimentaria cuyo fin es el acceso de las familias a suficientes alimentos para satisfacer sus necesidades de alimentación con el objeto de llevar una vida activa y sana, basado en el aprovechamiento de los recursos locales, sustentado en aspectos ambientales, sociales y económicos, y con certidumbre en el tiempo.
El PROSAM esta diseñado para crear un impacto social y ambiental positivo en alineación con 9 de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.